En las últimas semanas los ojos de la comunidad internacional, medios de comunicación, defensores y defensoras de derechos humanos, se han centrado en el estado Apure, Venezuela debido al conflicto armado no internacional que se viene desarrollando abiertamente desde el pasado 21 de marzo de 2021, acciones violentas que se vienen escenificando desde hace años con la anuencias del Estado venezolano que se ha constituido como albergue de Grupos Armados Irregulares (GAI) tanto de origen colombiano, como venezolano.

FundaRedes es una organización creada hace diecinueve años sus primeras actividades se llevaron a cabo en el estado Táchira, teniendo como objetivo la formación humana entendiendo la educación como el centro del cambio, la transformación del hombre y de la sociedad.

Entre los años 1998-2000 la organización comenzó a manifestar públicamente su preocupación ante la incursión de grupos subversivos en la narrativa de quienes asumieron la conducción del país en ese momento, en el discurso de Hugo Chávez hablar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano era parte de la cotidianidad.

FundaRedes comenzó a identificar la incursión de la guerrilla a través de su frente urbano en la ciudad universitaria y en la vida estudiantil del estado Táchira, motivo por el cual la organización levantó la voz para denunciar el sicariato, el secuestro y la extorsión por parte de los grupos paramilitares como las Águilas Negras y los grupos guerrilleros como el ELN y las FARC, la historia de países vecinos comenzaba a replicarse en Venezuela.

La actuación del Estado antes de la llegada de Chávez contra los grupos terroristas era confrontarlos, defender la soberanía y contener su actuación en territorio venezolano, posteriormente durante su gobierno y hasta la actualidad se han facilitado las operaciones de las agrupaciones subversivas inicialmente por razones ideológicas y político- estratégicas, pero luego de más de 21 años en el poder las acciones obedecen a un objetivo económico a través de actividades ilegales como el narcotráfico, extracción de oro, coltán y diamante, contrabando, secuestro y extorsión, entre otras. En la actualidad existe una alianza que data desde el 2019 entre las disidencias de las FARC bajo el mando de Jesús Santrich e Iván Márquez con el ELN, acordando limpiar la zona fronteriza de paramilitares y
desplazar al bloque de Gentil Duarte.